Realizado en el año 2010 en Totana (Murcia). Apliques y escudo de la Cofradía bordados en hilo de oro sobre terciopelo granate. Preside todos los actos oficiales y ocupa la primera posición tras la Cruz de Guía en los desfiles procesionales.

Realizada en 2016 en Mairena del Aljarafe (Sevilla). Tallada y calada sobre madera de Cedro Real, las cartelas son dos réplicas escaladas de las que luce el paso en el frontal y la trasera. La talla fue donada por su autor Don Gonzálo Merencio Álvarez y las cantoneras por N.H. Don Juan Manuel Martínez. Encabeza todos los desfiles procesionales de la Cofradía como símbolo de que los Cristianos seguimos a la Cruz.

Realizada en el año 2010 en Motril (Granada). En el frente figura inscrito "IN MEMORIAM". Al dorso figuran placas doradas con el nombre de cada uno de los Hermanos difuntos de la Cofradía, en el pie se sitúa una placa plateada con el nombre del Orfebre Gaspar Aragón, quien falleció a los pocos díasde terminar esta Cruz. Desfila en el lugar de mayor honor en las Procesiones, inmediatamente delante del Paso de Misterio, simbolizando que los cofrades fallecidos siguen presentes acompañando al Señor.

Realizado en el año 2020 en Triana (Sevilla) coincidiendo con el 50 aniversario fundacional de la banda. Luce una adaptación del escudo de la Cofradía orlado por una corona de palma y laurel, bordado en relieve con hilos de seda y oro sobre terciopelo granate y maya de oro. Encabeza y preside todos los actos en los que la banda participa.

Vara de madera repujada en orfebrería oro con enseña de la cofradía. Fué adquirida en 2020. Representa el mando dentro de la cofradía, se le asigna al Hermano Mayor o en su ausencia al miembro pertinente de la Junta de Gobierno.

Adquirido en el año 2010, repujado en orfebrería oro y calado sobre vara de plata con galleta de la cofradía. Se utilizó como Cetro de Mando aunque en la actualidad lo podremos ver en mano de personalidades distinguidas o cercanas a las que se reconoce puntualmente.

Vara lisa con borlón y galleta de con enseña extraída de los candelabros primigenios que iluminaban el paso. Se utilizan por los hermanos que controlan alguno de los tramos del cortejo procesional o por aquellos que asisten en representación a procesiones organizadas por otras cofradías.

Conocidas como "hachones", vara lisa dorada con galleta de la Cofradía y acabada con borlón. Originariamente eran utilizadas como apoyo por los portadores del paso y por los hermanos de filas, de hecho antiguamente era obligatorio que cada cofrade tuviese su "hachón" en propiedad, como complemento del Hábito.

Confeccionado en terciopelo por las Hermanas Cisternienses durante 1992. Entre los años 1993 y 2016 fué el estandarte corporativo de la cofradía. Debido a su excesivo tamaño y peso, en 2017 se decidió que fuese conservado presidiendo la sala de reunión de la Junta de Gobierno con opción de que forme parte de cortejos y cultos en casos extraordinarios.

En el año 2004, habiéndose incrementado en gran medida el número de actos en los que participaba la banda, se decide realizar un nuevo estandarte que acompañase a la sección musical. Éste de muy sencilla factura bordado a máquina sobre terciopelo rojo sería el oficial hasta el año 2020, aunque desde años atrás ya se venía utilizando en más ocasiones el guión primigenio. En la actualidad es conservado en dependencias de la cofradía.

De terciopelo granate con enseña de la flagelación, ha sufrido diversas pequeñas modificaciones con el tiempo. Originalmente fué el primer estandarte de la cofradía desde su fundación y hasta 1993, en ese momento se reutilizó añadiendo el texto "Banda de tambores". Actualmente, se conserva en dependencias de la cofradía.

Adquirido en 2018 está realizado en orfebrería bañado en oro. En el cortejo procesional se sitúa inmediatamente delante de la Cruz In Memoriam agitado por un hermano para que expanda el humo del incienso quemado. El incienso se usa como símbolo purificador del camino por el que va a transcurrir el Señor. Además, en los actos de exterior, tiene la función de transformar todo lo malo en algo positivo. 

Los símbolos de la Pasión que componen el escudo de la Cofradía son réplicas de los diferentes elementos de tortura que los romanos emplearon en el castigo e hicieron manar la sangre redentora de Jesucristo. Los dos flagelos, uno terminado en bolas de acero y otro en tabas de carnero, la corona de espinas y los tres clavos.